jueves, 23 de septiembre de 2010

Capitulo 14

Por Perla
-Son reales!!!!!!!!!!!!!!!!- grite después de comprobar el numero de vuelo en el sitio de Internet de la aerolínea- No puede ser, de verdad los boletos de avión son reales.
Me decía esto mientras saltaba por toda la habitación.
-Iré a Uruguay!!! Si!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
-Perla. ¿Que es lo que te esta pasando? Y esos gritos?- dijo mi papá que estaba entrando a mi habitación.
Yo seguía cantando “voy a Uruguay. Iré a Uruguay, siiiii.” Mientras mi papá me miraba con esa cara que hace cada que cree que se me safó un tornillo. La hace muy a menudo por cierto.
-¿Que vas a donde? Me puedes explicar que es lo que te pasa?- dijo mi papá mientras me sujetaba para que dejara de bailar.
Yo lo mire sorprendida recién dándome cuenta de que el estaba presente.
-Que te explique??- dije.
-Si, que es eso de que vas para… Uruguay dijiste??
Yo no tenía idea de cómo explicarle a mi papá que un perfecto extraño me envío una invitación con gastos pagos, incluido pasaje, a Uruguay, a hacer sabe Dios que cosa, a mi y aun grupo de chicas alrededor del mundo, las cuales solo conozco por sueños y “casualmente” en un foro de lectura en Internet. No es que suene muy cabal.
-Ahh. Es que me enviaron una invitación a un… un…. un encuentro cultural en Monte Video, Uruguay. Si, eso es.- le conteste por fin en un ataque de ingenio a mi papá que ya tenía cara de exasperado.
Mi papá se me queda mirando con una mezcla de escepticismo y un poquito de su cara de que me safé un tornillo.
Entendía a mi papá. No es que todo el mundo vaya por hay regalando pasajes a la gente así por así. Hasta yo creí que era una broma. Que seria algún bromista que se había dado cuenta de los raros sueños con las chicas del foro.
Los sueños.
Esos que me estaban volviendo loca desde hace ya un tiempo. Mis sueños siempre son raros y absurdos. Pero estos se salían de todo lo natural. Cada uno empezaba donde terminaba el otro. Con extrañas escenas cargadas de realismo. Los teníamos cada noche las demás chicas y yo. Últimamente no terminaban, se quedaban sueltos justo en el momento de algo importante. Y por extraño que pareciera era la única parte de los sueños que no recordaba.
-Bueno son reales eso es seguro.- dijo mi papá revisando los pasajes y devolviéndome al ahora. – Es para dentro de dos días.
-Si, lo son. Y que… puedo ir?- Pregunte casi segura de que se negaría.
-Bueno… no se, es un poco raro.
-Vamos papi. Cuantas oportunidades se les presenta a una así por así? Y no veo nada raro. Mira hasta tengo que confirmarlos y todo. Te prometo que si veo algo raro me vuelvo en seguida. Además, ya no soy una niña.

***

“Que emoción. Por fin las conoceré” pensaba mientras esperaba a que me entregaran mis maletas en el aeropuerto de Monte Video.
“De verdad me dejo venir. Estoy aquí” seguí pensando sin creérmelo todavía. Estaba en Uruguay, y conocería a las chicas que se habían vuelto más cercanas a mí que nadie.
Salí del aeropuerto con mis maletas a rastras. Quería ir al baño, pero estaba demasiado emocionada para buscar uno ahora. Tenía que conseguir un taxi. “donde rayos consigo un taxi?”.
-Disculpe. Busca algo? Puedo ayudarla?- escuche una voz femenina a mi lado.
Me gire para ver que era una mujer joven que rondaba los 25 años.
-Si, por favor. Tengo que llegar al Salón Rubí.- dije a mi ayudadora.
-El salón Rubí. Wow, menudo lugar al que vas.
Con un ademán me indico donde podía conseguir un taxi.
Le agradecí y le entregue mi equipaje al taxista para que lo acomodara en la cajuela.
Mientras me subía en el taxi, le dije adiós con la mano a la chica que me había ayudado, quien estaba hablando por celular. Vi como me devolvía el gesto mientras el taxista ponía en marcha el vehiculo. “Que amable” pensé.

***

El viaje en el taxi fue rápido a diferencia del vuelo. Eso era bueno. Ya no podía esperar más para verlas.
El taxista terminó de bajar mis maletas del auto. Pague el pasaje y me quede viendo como se alejaba el vehiculo.
Tome mi equipaje y me di la vuelta para toparme con….una mansión!!!!!
Era un lugar maravilloso. Imponente.
Camine hacia el lugar completamente aturdida por la belleza del sitio, por lo que no me había percatado de que no había nadie en los alrededores. Todo estaba muy solitario.
“Ok, se supone que es el momento donde debo correr y escapar” pensaba un tanto aterrada. Esto era muy raro. Pero no corrí.
Seguí caminando hasta llegar a la puerta donde un muy bien vestido y elegante portero me dio la bienvenida.
Si por fuera era sorprenderte, el interior de la mansión quitaba el aliento. “Ok, ya viste suficiente. Esto es raro, escapa mientras puedas” seguía diciendo mi parte racional, pero no le prestaba atención en lo absoluto.
-Por aquí señorita Gómez- dijo quien parecía ser el amo de llaves o algo así. Quien también estaba muy bien vestido para su posición, era de esperarse en semejante lug… un momento. Como rayos sabe mi apellido??!! y mucho mas raro aun como sabe que es mi apellido??!! Bien ahora si que tienes que correr y escaparte mientras tengas oportuni…
-O por Dios son ustedes!!!!!!!- grite al verlas.
No necesitaba fotos para saber, las hubiera conocido en cualquier parte. Si las veía todos los días… en mis sueños. Eran ellas.
Sin darme cuenta ya las estaba abrazando. Todas me saludaron con el mismo cariño. De verdad las conocía por fin.

***

-Quien será el dueño de todo esto?- me preguntaba a mi misma.
Y como respuesta a mi pregunta, apareció un joven al final de las escaleras del salón. Era encantador. Con facciones frescas y relajantes. Tenía los ojos más verdes que había visto, incluso podía apreciarlos desde mi campo de visión, y estaba muy alejada de su posición.
-Bienvenidas a su nuevo hogar, durante su estadía en Uruguay, siéntense como en casa. Disfrútenlo al máximo chicas y sobre todo diviértanse. Me llamo Raúl, para servirles. Algunas han podido conocerme, soy Charly.- dijo.
Charly.
Esto se ponía cada vez más raro.
Raúl bajo las escaleras y nos guío hacia el comedor. Y que comedor. Era enorme. Había un asiento para cada una.
Raúl o Charly, tomo el lugar principal en el comedor.
Todas le imitamos y tomamos nuestros lugares en el hermoso comedor. Quedaron algunos lugares en la mesa, de seguro para las chicas que aun no llegaban.
La mesa estaba bellamente adornada. Con toda clase de vajillas de porcelana finísima. No es que supiera mucho acerca de eso, pero todo en este lugar parecía fino.
Me fijaba en estos detalles cuando Raúl, nuestro anfitrión, empezó a hablar, por lo que no pude escuchar lo primero que dijo. Al parecer Jenny tampoco, que estaba a mi lado, porque se había dormido.
-….Cada una de ustedes se han conocido por una razón, no hay casualidades en este asunto, yo solo soy un medio para conseguir un fin, ustedes tendrán que descubrir por si mismas cuál es el fin que las ha llevado a compartir incluso sus sueños, y a hacer posible este viaje…Todas chicas, son diferentes, con secretos, miedos y problemas, pero hay un punto en el que todas convergen, eso es lo que juntos descubriremos en este viaje, del cual ustedes me hicieron parte al incluirme en sus sueños sin notarlo…- continuaba diciendo Charly, Raúl, lo que sea.
Pero no preste mucha atención tampoco a esto porque en ese momento entraba al salón Roxi. Creo que todas en ese momento nos distrajimos un poco para dedicarle una sonrisa a nuestra amiga. Al tomar su lugar en el comedor, Raúl ya se estaba disculpando y saliendo del lugar.
Me proponía comenzar a probar mi postre -pastel de chocolate- cuando escuche la palabra FIESTA!!

***

Había muchísimo ruido en el salón. Las chicas habían puesto un karaoke y abierto algunos tequilas.
Yo, que no bebo, solo las miraba y ovacionaba a las que cantaban. En eso recordé que necesitaba un baño, no había ido desde el avión.
Salí del grupo que saltaban y cantaban frente al karaoke en busca de un baño.
-Hey Perla, a donde vas?- pregunto Ivonne que me había parado antes de dejar el salón.
-En busca de un baño. Ya no aguanto más.- le respondí.
-Ja ja.- río ella – pero sabes donde esta? Este lugar es enorme. Cuidado si te pierdes.
-No te preocupes, suelo tener buen sentido de orientación.- dije con una sonrisa.
-Ja ja ja, esta bien ja ja ja.- me respondió un tanto “alegre”. Seguro por el tequila.
Deje el comedor, y entre por un pasillo. “Por aquí cerca debe haber un baño” me dije a mi misma, mientras intentaba abrir las puertas que veía dándome cuenta que la mayoría estaban cerradas, y las que no daban a otros salones llenos de lujos.
Seguí caminando hasta el final del pasillo sin suerte en mi búsqueda. “si no encuentro un baño voy a explotar” pensaba mientras seguía intentando abrir puertas.
-Si! Ese debe ser un baño.- me dije a mi misma al ver una puerta abierta al fondo de otro salón secundario. Me disponía a caminar hacia allá cuando vi salir de la habitación a… la chica que me había ayudado en el aeropuerto!!! ¿Qué rayos hacia aquí?
“Ya esta, Perla, sin duda algo no encaja. Vete ahora antes de que te vean” gritaba mi lado racional. Pero nuevamente lo ignore y, ocultándome, seguí a la conocida chica.
Camine oculta tras ella hasta que se detuvo frente a unas hermosas puertas. Las abrió con disimulo y entro en lo que parecía un despacho. Cerró no del todo las puertas tras ella, con lo que pude ver, todavía oculta, como se sentaba frente a un hermoso escritorio. Las luces estaban bajas, así que no puede ver quien estaba tras el escritorio.
Me acerque un poco más. “largo. Vete antes de que te encuentren, tonta” seguía gritando la voz en mi cabeza.
-Ya están todas aquí?- pregunto una voz detrás del escritorio.
-Si, señor. La última de ellas ya esta siendo recibida y conducida con las demás.- respondió la chica.
-Excelente. Ya pronto se acerca el momento.
“El momento de que????!!!” pensaba.
-Espero no nos hayamos equivocado en la selección de estas chicas.- decía la joven dirigiéndose a la voz detrás del escritorio.
-Son ellas, no hay duda.
“Bien, creo que ya si es suficiente, tengo que salir de aquí” pensé. Salí del salón tratando de hacer el menor ruido posible.
Llegue de vuelta al pasillo con el corazón en las manos. Sin duda aquí esta pasando algo raro. Me di la vuelta para volver al comedor con las demás. Vi las escaleras que conducían hacia la puerta que conectaba con el salón principal. Tropecé y casi caigo por los escalones cuando un brazo me sostuvo.
-Eso estuvo cerca.- dijo mi salvador. - Se encuentra bien?
-Si.-respondí de los mas asustada a… -Charly!!!- dije.
-Que bueno que estaba cerca. Hubiera sido una fea caída.
-Si. Gracias- le dije con un hilo de voz.- Ahh, yo solo buscaba un baño y me perdí. – le dije sin que me preguntara.
-Oh, disculpa que no le hayamos indicado antes el lugar donde se encontraba. Se nos escapo.
-Ehh… pero si no hay problema. No importa.
“Por Dios, él se esta disculpando conmigo. Parece que no se dio cuenta de lo que escuche”. Pensaba un tanto aliviada, mientras el me miraba y sonreía. “No puede ser peligroso, es muy apuesto” pensaba mientras miraba sus penetrantes ojos verdes.
-Espero que hayan disfrutado la cena que preparamos para ustedes.- dijo.
-Ahh… si, todo estaba delicioso. Muchas gracias.-le conteste.
“Creo que debo volver con las chicas” pensé. Todavía estaba algo nerviosa, y Raúl me ponía un poco más.
-Las demás ya se están instalando en sus aposentos. Permítame escoltarla, señorita Gómez.- me dijo como si adivinara lo que quería, como si leyera mi mente. ¿Y como es que todos parecen conocer nuestros nombres?
-Muchas gracias- dije.
Extendió su brazo, y solo después de un momento entendí que era para que lo tomara.
Me guió por la mansión, haciendo comentarios de vez en cuando acerca de algunos lugares de la casa. Yo solo lo miraba, asentía y sonreía. “hey hey tú, tonta, concéntrate, aquí pasa algo muy extraño” me decía mi lado cuerdo, pero yo solo me perdía en los verdecisimos ojos de Raúl.
No podía evitar pensar en lo rara que era toda esta situación, ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué se supone que hagamos en este lugar? temía un poco preguntarle.
-No se preocupen. Todas sus dudas serán aclaradas a su tiempo.- dijo Raúl, como si leyera mi mente otra vez. -Espero su viaje haya sido placentero, Srta. Gómez.- continúo.
-Si, todo ha estado bien, sin contratiempos.
-Me alegra escucharlo. Espero que tampoco les haya dado problemas conseguir el permiso para venir.
-No. Al final hemos venido todas. Esto es una gran experiencia para cada una de nosotras. Me alegra que todas podamos estar aquí.
-A mi también, Srta. Gómez.
-Por favor, Raúl, tutéame. Soy solo Perla.
-Bien, Perla.
Al fin llegamos frente a lo que supe era el área de habitaciones.
-Aquí están sus aposentos. Espero que todo sea de su agrado.- dijo.
-Estoy segura de que lo será. Todo en este lugar es bellísimo.- le dije con toda sinceridad.
-Gracias. Me retiró para que puedas descansar junto a las demás. Se que tienen mucho de que hablar.- me dijo viéndose de lo mas encantador. Luego tomo mi mano, se inclino y la beso.
-Gra…Gracias, verdes…digo Raúl.- dije mientras me ruborizaba por mi confusión provocada por el color de sus ojos.
-Que descanses.- dijo Charly dedicándome una sonrisa de lo más natural. Y dando media vuelta se perdió en el corredor.
-Sin duda es encantador.- me dije volviéndome y entrando en los aposentos.

***

-Santo Dios.- fue lo único que salio de mi boca al ver la hermosa habitación. Era enorme y bien amueblada.-Si, por fin.- dije al ver una puerta, que para la tranquilidad de mi vejiga resulto ser un baño.
Al terminar en el baño, pude ver más claramente la alcoba. Vi que mi equipaje y el de otra de las chicas, supuse, estaban en un rincón del cuarto, cuando note las camas. Estaba tan cansada que nunca una cama se había visto tan atractiva.
Salte de espalda a una de las camas, cuando oí un - aaayyyy!!!!!-.
Me levante de un tirón, para ver que me había acostado sobre Violet.
-Disculpa. Lo siento mucho. No te vi.- me disculpe rápidamente.
-Esta bien- dijo lentamente como adolorida, cuando se fijo bien en quien era, -Perla!- gritó. Nos abrazamos.
-Disculpa de nuevo. Debí fijarme antes de lanzarme tan fuerte a la cama.- le dije.
-Esta bien. Las otras chicas ya me habían pasado encima. No creo que lo hayas empeorado- dijo riendo.
Luego de hablar un poco nos fuimos a dormir. Tuve otro sueño. Estoy segura que las demás también. Pero, como estaba pasado últimamente, no lo recordaba, y solo quedaba ese extraño malestar.
Me levante luego de pasar un momento tumbada en la cama. Encendí solo la luz de mi cama, porque Violet aun dormía y no quería despertarla, cuando me fije en el sobre, encima de la mesita de noche. Había uno también en la mesita al lado de la cama de mi compañera. Era muy parecido a la invitación que habíamos recibido tres días atrás las demás chicas y yo. Lo abrí un poco asustada, decía:

“No hay marcha atrás.
Ya se acerca el momento.
Estén listas.”

1 comentario:

VALKIRIA dijo...

que mierda!
el momento de que.... esto es lo bueno de leer las cosas una vez terminadas jajajaja
quiero saberrrr